¿Son buenos los quiroprácticos para las hernias discales?

Quienes padecen una hernia discal disponen de diversas opciones de tratamiento. Una de ellas es la atención quiropráctica para las hernias discales. Obtenga más información sobre las hernias discales y el tipo de tratamiento que puede esperar de un quiropráctico.

¿Qué es una hernia discal?

Las hernias discales también se conocen como hernias discales o roturas discales. Para entender qué es una hernia discal, hay que conocer algunos aspectos anatómicos básicos. La columna vertebral está formada por vértebras o huesos. Los discos son almohadillas de goma que separan estas vértebras. Cada disco vertebral está formado por el núcleo y el anillo, el centro y el exterior, respectivamente. El núcleo es blando y gelatinoso. El exterior es más duro y gomoso. Una hernia discal se produce cuando el núcleo asoma por el anillo. Basta con que una parte del núcleo lo atraviese para que se considere hernia.

Tipos de tratamiento que puede ofrecer un quiropráctico para una hernia discal

Cuando visite a un quiropráctico para una hernia discal en el cuello, adaptarán el tratamiento a sus necesidades. En la primera cita siempre se realizará un examen físico y algunas pruebas básicas. El quiropráctico evaluará toda su columna vertebral durante la cita. Esto ayuda a su médico a determinar el tratamiento quiropráctico para la hernia discal ideal para su situación. Los siguientes son algunos ejemplos de cuidados quiroprácticos para hernias discales. Técnica de flexión-distracción Con esta técnica, los quiroprácticos utilizan una mesa única para estirar o "distraer" la columna vertebral. La mesa permite a tu quiropráctico aislar una zona al mismo tiempo que utiliza un ritmo de bombeo para flexionar ligeramente la columna vertebral. Este tratamiento ayuda a que el núcleo del disco vuelva a su posición correcta. También puede ayudar con la altura del disco. La técnica de flexión-distracción requiere varias citas. Manipulación bajo anestesia (MUA) La anestesia en este tratamiento es "sueño crepuscular". Sólo dura unos seis minutos. Su quiropráctico especialista en hernias discales realizará este tratamiento en un hospital o centro de atención ambulatoria. El médico le sedará para relajar el cuerpo. Mientras está relajado, el quiropráctico manipula y estira la zona a tratar. Normalmente necesitará entre una y tres sesiones. Cada sesión se realiza con un intervalo de entre dos y cuatro semanas. Técnica de bloqueo pélvico Su quiropráctico también puede sugerirle la técnica de bloqueo pélvico para aliviar el dolor de una hernia discal. Con este tratamiento, se colocan cuñas acolchadas debajo de la pelvis. Con frecuencia, le hacen realizar ejercicios suaves con las cuñas colocadas. Este tratamiento quiropráctico ayuda a alejar la hernia discal de los nervios. Terapias complementarias El cuidado quiropráctico de la hernia discal suele complementar las técnicas anteriores con otras terapias. Estas pueden incluir:

• Ecografía
• Fisioterapia
• Masaje
• Hielo y calor
• Estimulación muscular eléctrica
• Suplementos
• Estimulación muscular
• Tratamientos y ejercicios en casa
• Antiinflamatorios no esteroideos
• Inyecciones epidurales de esteroides

En raras ocasiones, es posible que necesite cirugía para tratar la hernia discal. Sin embargo, su quiropráctico le ofrecerá primero tratamientos no invasivos para una hernia discal en el cuello.

¿Cuáles son los síntomas de una hernia discal?

Curiosamente, no todo el mundo notará síntomas con una hernia discal. En muchos casos, sin embargo, la hernia irrita los nervios cercanos. Esto puede provocar debilidad, entumecimiento y dolor en una pierna o un brazo. Los síntomas de una hernia discal suelen concentrarse en un lado del cuerpo. La localización exacta del dolor dependerá de dónde se encuentre la hernia discal. Por ejemplo, la mayoría de las hernias discales en la zona lumbar provocan dolor en la pantorrilla, el muslo y la nalga. También puede haber dolor en los pies. Las hernias discales en el cuello suelen provocar dolor en brazos y hombros. Ese dolor puede extenderse a la pierna o el brazo al realizar ciertos movimientos, estornudar o toser. Además del dolor, la zona de la hernia puede irradiar hormigueo o entumecimiento. También puede notar que los músculos de la zona se debilitan.

Causas comunes de una hernia discal

A quiropráctico para hernias discales siempre personalizará su plan de tratamiento basándose en las causas de sus problemas y sus síntomas. En la mayoría de los casos, las hernias discales se producen de forma natural debido al envejecimiento. Los discos se degeneran con el tiempo y pierden flexibilidad. Esto aumenta el riesgo de desgarro o rotura, incluso con movimientos menores. Algunas personas desarrollan hernias discales si levantan objetos pesados utilizando la espalda en lugar de los muslos y las piernas. Aunque es poco frecuente, un acontecimiento traumático puede causar hernias discales. Un ejemplo sería una caída o recibir un fuerte golpe en la espalda. Su quiropráctico especialista en hernias discales también puede indicarle si tiene factores de riesgo para padecer este problema. Las personas con exceso de peso, trabajos físicamente exigentes, riesgo hereditario o que fuman tienen un mayor riesgo de sufrir hernias discales.